lunes, 15 de febrero de 2016

Su piel caliente en mi muro humilde

Mi casa sin techo tiene cerrada las puertas a la calle oscura.
Me llueve aquí dentro algunos días. Sin embargo
el sol se prende a la pared, y trepa durante todo el año
arraigando su piel caliente en mis muros humildes.
Me enredo en él. Me duerme y me despierta.
Y yo a cambio abro los ojos y lo escribo.
Lo siembro bajo la cal y los escombros. Por eso
aparece de noche dibujado en las grietas,
asomando su nariz en la piel de esta vertical
con basa de ladrillo y cuerpo de aire.
 
Lucía Alcina

1 comentario:

  1. Como un cuadro de kandinsky, Subrealista y colorido. ¡¡INTENSO!!

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