domingo, 20 de diciembre de 2020

Cocina para Disfrutones, de Lucía Alcina

Este es un libro para disfrutar en la cocina, elaborar tiernas focaccias o esponjosas tartas japonesas, organizarse al hacer las croquetas, descubrir la masa del cruasán o versionar la musaka cruzándola con crumble de peras, preparar un tierno y sabroso roscón de reyes o un delicioso pan de semillas; para rememorar sabores, festejar, compartir y enamorar.

Cocina para Disfrutones - Libro

Portada de Cocina para Disfrutones

 Animé a mis amigos a contarme cuáles eran sus recetas favoritas - esas que recordamos de nuestra infancia y que adoramos que nos preparen cuando volvemos a casa -, y, rodeada de sugerencias virtuales y cuadernos de recetas antiguas, me dispuse a anotar las que mi madre me dictaba al teléfono durante el largo confinamiento.

 


Las reuní con todo lo dulce aprendido en los obradores durante el intenso curso anterior y me puse a redactar un libro que en principio era para mí, pero mis amigos querían conservar también esos aromas de la cocina de nuestros abuelos y me animaron a editarlo, y no solo eso, querían que incluyera dibujos; algo mío, decían.

Cocina para disfrutones - Contraportada

Contraportada de Cocina para Disfrutones

Y aquí estamos hoy, con esta colección de 254 recuerdos de la infancia en una edición voluminosa e ilustrada envuelta en cartoné. 

Gracias por acompañarme en esta aventura. Al abrir este libro has puesto en marcha la magia de los sabores. Cada vez que realices una elaboración descubrirás algo nuevo, posiblemente irás adaptándolas a tus gustos; espero que lo disfrutes.

                                                                        Índices del libro Cocina para Disfrutones

    Diseño de Cocina para Disfrutones:

Cocina para Disfrutones

Este libro está registrado, depositado en el Depósito Legal de Madrid, y se encuentra en https://www.todostuslibros.com/busquedas?keyword=Cocina+para+Disfrutones 

#cocinaparadisfrutones

Ilustraciones de Cocina para Disfrutones de Lucía Alcina

La utilidad física de los libros

 Oda al libro
 

Con ellos podemos alzarnos a colocar una bombilla, elevar el portátil para corregir la postura, colocarlo de almohada en un parque, de parasol de una siesta, en un estante es el sonido más lleno que nos refugia del ruido; sirven para pasar página o construir un muro contra el frío, o guardar entre sus hojas una carta o el billete de un viaje inolvidable, para abrazar algo sólido o ir con él de la mano porque se adapta al humor, al trayecto, al cansancio, como los buenos amigos, en un abrir y cerrar; y no gasta ni daña si lo dejas abierto sobre el cuerpo dormido.

Sirven para estar y no estar en las distancias cortas, nos eximen de hablar por hablar; para infiltrar el silencio en una sala de estudio, o compartir una frase y entablar amistad en un café de bohemios. Y luego está lo de dentro, esa odisea que nos transporta por líneas de tinta, ese hundir la nariz en el papel, el avance del índice por la expresión que nos hizo recordar un instante, o un sabor, o un paisaje, o los ojos que nos imaginaron una vez.

 

Escrito días antes de recibir el libro Cocina para Disfrutones 

Lucía Alcina

El diseño y la maquetación de Bárbara Estévez Simonet

Esto lo escribo en agradecimiento a Bárbara Estévez Simonet por su gran trabajo en el diseño y maquetación del libro Cocina para Disfrutones.

Antes de ponerse manos a la obra, un buen diseñador se distancia para tomar perspectiva y formular la idea que mejor se adapta a lo que tiene entre manos. Bárbara Estévez recibió el manuscrito en julio de 2020 y, mientras yo trabajaba en los dibujos y las ilustraciones, cogió el texto y estudió cómo economizar el espacio de forma clara y elegante con la idea principal de hacerlo legible y accesible, resistente y atractivo.

Y diseñó un volumen de 24 x 19 cm con tapas cartoné y un interior con páginas de gran gramaje que parece ligero, aún conteniendo 254 recetas y numerosos apartados, incorporando en los espacios entre recetas pequeños dibujos en blanco y negro que aportan una mayor dimensión a las páginas.

En estas fotografías se refleja el trabajo de maquetación realizado.

 

Ilustraciones de Lucía Alcina


Lucía Alcina - Cocina para Disfrutones


Diseño de Cocina para Disfrutones

Cocina para Disfrutones

Lucía Alcina - Cocina para Disfrutones

Cocina para Disfrutones

 

 

 

Cocina para Disfrutones

jueves, 23 de julio de 2020

Viaje a través del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, y Allande

Comienzos de julio del extraño 2020. Durante seis noches y siete días intercalamos rutas de coche y rutas a pie por el Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, con alguna incursión en Allande. El viaje comienza al atravesar el puente que sobrevuela el embalse de Barrios de Luna. La carretera se desvía a la izquierda para entrar en el Parque Natural de los Valles de Babia y Luna, con el pico Montihuero, y la llanura verde que se extiende entre los montes rocosos.

 



Luego encontramos la Reserva de la Biosfera del Valle de Laciana, que une León con Asturias en el Puerto de Leitariegos.




Nuestro destino es Cangas de Narcea; lugar desde donde partirán todas la excursiones.

El primer paseo lo damos esa misma tarde siguiendo la ruta desde el Monasterio de Corias a El Puelu.




II

A la mañana siguiente partimos hacia Moal, entrada de la Reserva Natural de Muniellos. Como el día es fresco, decidimos hacer la ruta del Bosque de Moal, que es el ascenso a un monte, y para el que recomiendo protección anti-mosquitos porque un bosque es un bosque, aunque comience entre praderas.





Mientras ascendemos vemos empequeñecerse el pueblo bajo la ladera de la montaña, cuya pendiente no es muy pronunciada al principio. El camino a la cima es más empinado y hay que cruzar terreno húmedo que exige botas de montaña para alcanzar el mirador, que hoy está cubierto de nubes.



 


Las hojas de los árboles nos protegen de una lluvia fina.








Mientras descendemos hacia el día siguiente, encontramos otra ruta que haremos más adelante y que también sale del pueblo de Moal: ruta Moal - Las tablizas.
   


 III

Madrugamos para hacer la ruta de los puertos en coche por unas carreteras de curvas que nos llevan por el soleado y montañoso concejo de Ibias. Nos detenemos en Vega de Hórreo porque nos llama la atención y luego cruzamos el Puerto de las mujeres muertas en dirección a San Antolín de Ibias.


Vega de Hórreo


Puerto de las mujeres muertas

Seroiro
Marentes
Pasamos Seroiro y nos detenemos en Marentes, un pueblo colgado de la montaña con vistas espectaculares.

Hace mucho calor, y en San Antolín de Ibias tienen una de las mejores áreas recreativas; hay sombra, está junto a un río, y nos podemos refrescar en una piscina pública espectacular, en la falda de la montaña.



Unos pescadores han decidido también descansar aquí.




Retomamos las curvas para ir en busca de un pueblo al que no se puede acceder en coche, sino a través de un puente colgante.




Se trata de Riodeporcos.

 



 Volvemos para descansar después de un día intenso de curvas pero lo hacemos en dirección al Puerto del Connio. Paramos en Cecos, en su área recreativa, donde también hay pescadores, y en varios miradores que hacen más entretenido el ascenso hacia el puerto.


Cecos, Ibias

Puente de Cecos



  

IV

A la mañana siguiente nos pide el cuerpo andar.

 

Hacemos la ruta Moal - Las Tablizas. Es uno de los mejores paseos del verano. Va todo el tiempo junto al río por una pista que une el pueblo de Moal con el Centro de Recepción de Visitantes de Muniellos, en Las Tablizas.
  


 



 
Composición de musgos y plantas de roca - Lucía Alcina



Moal, el pueblo, es tan auténtico, sin turismo y con sus tractores, y sus canales de agua, y sus hórreos en uso, que pasaría allí el verano.


V

Nos quedan dos días y queremos subir una montaña para contemplar Muniellos desde las alturas. Hacemos la ruta de Oballu o ruta de Obachu. Parte del Centro de Interpretación de Muniellos y los primeros veinte minutos de subida son duros, pero luego la ruta se suaviza y vas buscando el pueblo de Oballu en cada giro.
 


Nos podemos desviar al Mirador del Cabreiro donde la vista es magnífica y merece la pena detenerse allí unos minutos escuchando el sonido de la montaña.  
 


Nos sorprende que en este pueblo donde termina una carretera. que es más bien una pista, se pueda comer en un restaurante. Nosotros llevábamos bocatas.






El camino de vuelta va por una carretera sin tráfico hacia el Centro de Interpretación de Muniellos y al ir bajando volvemos a ver Moal, pero esta vez desde arriba.



 VI

Es nuestro último día completo y nos arriesgamos a hacer la ruta de San Emiliano en el concejo de Allande, a pesar de que el Puerto de El Palo está cubierto de niebla y peor aún que va a estar a la vuelta. En esta ruta, en coche, pasamos por pueblos para recordar, por eso merecían un post cada uno, al que se puede acceder pinchando en el nombre de cada pueblo: Argül, San Emiliano, Pesoz y, en un desvío inesperado, San Martín de Valledor.

Puerto del Palo
Pasamos Pola de Allande, cruzamos el puerto, y, como esta ruta no es circular, nos dirigimos directamente a Argül, que es el final de la ruta, para ir parando en los otros pueblos a la vuelta.

Argül:
 
Argul


Argul

Argul

Argul
  
San Emiliano:

San Emiliano

San Emiliano - Fotografía de Lucía Alcina
 
San Emiliano

Pesoz:

Pesoz - Lucía Alcina


Pesoz
 
Pesoz - Lucía Alcina

San Martín del Valledor:

San Martín de Valledor

San Martín de Valledor

San Martín de Valledor

VII

Día de vuelta, y apurando, nos dirigimos a Degaña. Allí el tiempo es soleado. Visitamos Tablado y Sisterna e intentamos hacer la ruta de la senda Moura hasta el Corralín, pero la canícula nos desvió hacia un soportal de piedra donde se podría pasar las tardes de verano frente a la iglesia de Sisterna. Recogimos, cruzamos el puerto de Cerredo, los valles de Luna y Babia y con el azul del embalse de Barrios de Luna nos despedimos hasta el próximo viaje.

Pero tú puedes seguir viajando en Hay un lugar.

Tablado

Tablado

Sisterna

Senda Moura desde Sisterna
 
Puerto de Cerredo

Puerto de Cerredo




Puertos de montaña por los que hemos pasado: Leitariegos, Mujeres muertas, Connio, del Palo, y de Cerredo.



Fotografías de Lucía Alcina